Es previsible, como lo indica Oscar Moreno, que en poco tiempo comience un proceso de desecamiento de los bajos, bañados y cauces, que lleven a una alta mortandad de peces, yacarés y carpinchos en el sector paraguayo de la cuenca baja. De la misma manera, se torna crítica la situación para los ganaderos en Paraguay, que ahora dependerán exclusivamente de las lluvias para abastecer de agua a sus animales. Debe alertarse que, si bien quedarán zonas con agua, la misma poco a poco se irá contaminando por la mortandad de peces y no servirá para el ganado ni para el consumo humano.

Fuente: Fundación para la Gestión e Investigación Regional